El precio no debe ser un obstáculo

Hay algunos amigos que nos escriben planteándonos el problema del precio a la hora de pasarse de los huevos industriales a los camperos o a los ecológicos.

Bueno, es evidente que son un poco más caros. Los camperos y los ecológicos implican una alimentación de mayor calidad para nosotras, las gallinas; calidad que posteriormente redunda en la de los propios huevos que producimos y que, finalmente, vosotros coméis.

Debéis tener en cuenta también que el productor de huevos camperos pone más espacio a disposición de cada gallina, lo que supone que para una superficie equivalente puede tener menos gallinas y, en consecuencia, recoge menos huevos.

El granjero que opta por los huevos camperos y los ecológicos elige la calidad por delante de la cantidad, y eso tiene un costo.

El «Movimiento Gallina Feliz», no lo olvidemos, lo que trata es de fomentar la cría de gallinas en mejores condiciones de vida y eso sólo es posible si le demostráis al productor, de forma inequívoca, que preferís una crianza de calidad y unos huevos acordes con esa crianza.

El cualquier caso, aquí tenéis un cuadro comparativo de los precios que hemos encontrado en una conocida red de pequeños hipermercados de Madrid:

Naturalmente que son más caros los huevos ecológicos que los camperos y que ambos son más caros que los industriales pero, pensadlo bien… ¿Qué supone realmente esa diferencia?

Estimando que cada semana comáis un huevo campero diario, estaremos hablando de un incremento de 56 céntimos de euro. Si lo que compráis son huevos ecológicos esa diferencia ascenderá a 1,46 euros, es decir, lo que vale un café con leche.

¿No seréis capaces de pagar el precio de un café con leche «a la semana» por saber que estáis trabajando para que las gallinas vivamos con más dignidad, con menos sufrimiento?

Eso por no hablar de la mayor calidad de los huevos que comeréis, que no habrán sido puestos por gallinas destrozadas por el estrés, si no por gallinas felices que pueden moverse libremente y pasear al sol.

Todo tiene su precio amigos, y éste es muy bajo considerando el beneficio que supone para nosotras.

Por lógica, por amor, por humanidad, por madurez, por precio… pásate a los huevos sin estrés, conviértete en un activista del

«Movimiento Gallina Feliz».