Razas de gallinas españolas: “Pedresa”

La gallina de raza Pedresa, también llamada “pollo pedrés”, es autóctona de Cantabria, de tamaño mediano y adaptada al clima húmedo de la zona. Durante años, esta gallina de carácter vivo y rústico fue un elemento clave de la economía de subsistencia del medio rural cántabro ya que, sin ser una gran ponedora, su adaptabilidad le permitía vivir de los alimentos que ella misma se procuraba , con lo que apenas requería mantenimiento humano.

Es un ave netamente campera y sus gallos tienen un carácter fuerte, lo que les permite imponerse a razas de mayor tamaño con las que conviven.

El patrón morfológico de la gallina Pedresa fue definido por don Benito Madariaga de la Campa: cabeza mediana y bien formada. Cresta de mediano tamaño, sencilla y de grosor medio. Derecha en los ejemplares jóvenes y de color rojo.

Ojo redondo, brillante, con esclerótica color rojo tomate y retina oscura. Cara fina de color rojo. Pico corto, encorvado y amarillo.

Barbillas grandes, rojas e iguales en el macho, largas y en forma de bolsa o pesa. Orejillas finas, redondeadas, rugosas y de un color que va del blanco al crema.

Cuello gracioso y bien formado. Tarsos derechos, amarillos y sin presencia de plumas. Dedos de tamaño mediano y color amarillo.

Pone huevos medianos y de color crema.

Sin embargo, con el paso del tiempo este estándar ha sufrido alteraciones y el que se establece hoy en los concursos para la Pedresa es el de una gallina tipo atlántico, de cabeza ancha y ligeramente alargada. Cara lisa y de color rojo vivo. Cresta sencilla de tamaño mediano, recta, ancha en la parte que se junta a la cabeza, con cinco a seis dientes y un espolón que no tiende a seguir la línea de la nuca y de color rojo vivo.

Las barbillas son de tamaño mediano e igual de largas, con el borde inferior redondeado y de color rojo vivo. La orejillas de tamaño mediano, pegadas a la cara, lisas, alargadas oblongas y de color rojo vivo.

Su pico, que es fuerte y ligeramente curvado, puede presentar manchas de color pardo oscuro. Tiene ojos grandes, ovales y con el iris de color castaño.

Cuello de longitud media, poco arqueado, con abundante esclavina. Tronco ancho, profundo y largo. Dorso ancho, ligeramente inclinado. Pecho profundo y redondeado.

Tarsos largos y fuertes de color amarillo, pudiendo aparecer una sombra parda en su parte anterior. Dedos medianamente largos, rectos y fuertes.

Los huevo que pone son medianos y de color crema.

Presenta variaciones de color o incluso morfológicas como la Pedresa de cuello pelado.

Desde finales del siglo XX, el crecimiento económico de Cantabria y el cambio de regímenes de explotación, que ha pasado del extensivo al de estabulación, así como el mayor acceso a piensos elaborados para animales, supuso la progresiva sustitución de la Pedresa por especies que no requerían adaptación al clima húmedo y situación de semilibertad, con lo que resultaban mucho más productivas.

A esta sustitución hubo que sumarle un intenso cruce con estas nuevas gallinas, sobre todo para mejorar su rendimiento productivo, pero también con la intención estética de mejorar el barrado. Concretamente, el cruce con la gallina americana Plymouth Rock que también es barrada, dio lugar a formas mestizas difíciles de diferenciar de las puras. Además se perdieron otras características como la orejilla blanca, el pequeño tamaño y el fuerte carácter agreste del gallo pedrés. Todo esto hizo que a finales de los años noventa del siglo XX, se considerase a la raza prácticamente extinguida.

Desde ese momento la Asociación Cultural Tudanca empezó a buscar ejemplares puros, que localizaron en Liébana, Valdeolea y Saja–Nansa, que permitieron fijar las características propias de la raza.

Gracias al impulso del Leader Plus del Grupo de Acción Local Saja Nansa y el apoyo de la Consejería del Medio Rural del Gobierno de Cantabria, se ha creado un centro de selección y reproducción y una Asociación de Criadores de Gallina Pedresa con una red que hoy cuenta con más de cien gallineros, con un mínimo de diez gallinas y dos gallos por corral.

Últimamente, la Asociación Cántabra para la Conservación y Fomento de la gallina Pedresa está recuperando la raza autóctona, tal y como la describió el doctor Madariaga en 1961.